Ginecólogo, una profesión de riesgo.

Todos hemos soñado con ser ginecólogos entre los 13 y los XX años (XX = su edad actual), pero hay noticias que hacen que uno se replantee su vocación. Lean si no:

El jefe de Ginecología del hospital Vall d'Hebron recibe una brutal paliza en el aparcamiento del centro.

El doctor Lluis Cabero, que ha quedado tendido en el suelo en medio de un charco de sangre, tiene la mandíbula y la nariz rotas, un corte en la cara, contusiones por todo el cuerpo y ha perdido varias piezas dentales.

El presidente de honor de la Sociedad de Ginecología recibe una paliza en el aparcamiento del Hospital Vall d'hebron.

Lo más curioso del tema es que hace algo más de un año, el 29 de octubre de 2003, otro ginecólogo recibía una puñalada a las puertas del hospital, el afamado Vall d'Hebrón de Barcelona; su agresor, de nacionalidad rusa, ya le había propinado una paliza con un bate de béisbol seis meses antes.

Apuñalan a un médico a las puertas del hospital Vall d'Hebron.

Ya lo ven, ser ginecólogo no es lo que parece, al menos no en esa esquina de España. En Chile cambia la cosa, y los ginecólogos son unos señores que se dedican a investigar el placer femenino con el objeto de aumentarlo en la medida de lo posible. ¿Los trucos? Estrechamientos de vagina (especialmente para mujeres que han pasado por dos o más partos), reconstrucción de los labios vaginales o lo último en estimulación para las mujeres, el denominado G-Shot; esta novedosa técnica, que está causando furor en Hollywood, facilita enormemente el orgasmo de la mujer (se habla de hasta 20 en una relación sexual o_0 ); consiste en inyectar colágeno en el misterioso punto G... ¿Realidad o ficción?

Esto es un ginecólogo y no lo que tenemos en España.

Cambiando de tercio, en Extremadura continúa la polémica en torno a la curiosa promoción de la Comunidad que suponen las famosas vallas. Por lo visto (y sobre todo por lo leído), ahora algún cargo de la Junta tiene algo que ver con todo el embrollo; nos da más detalles Libertad Digital.

Termino con una imagen curiosa del extremo serbio del Caja España ADEMAR de León Marko Curuvija en un partido de Recopa de Europa (aquí el que no corre vuela, y este las dos cosas):