El actor, escritor y director Fernando Fernán-Gómez ha fallecido esta tarde a los 86 años de edad. Hace unos días se informaba a los medios de su ingreso en un hospital madrileño a causa de una enfermedad de la que no se quisieron dar detalles.
Hace escasos minutos se hacía pública la noticia de su muerte. Es una pena que buena parte de los españoles recuerden a Fernando Fernán-Gómez por dos segundos y no por su carrera artística, que a buen seguro recibirá merecidos homenajes en los próximos días:
Descanse en paz.
21 noviembre, 2007
19 noviembre, 2007
Un video para aprender ingles
De acuerdo, nadie va a aprender inglés viendo este vídeo; pero los que ya lo habláis tendréis la oportunidad de reiros un poco... La chica que váis a ver nos cuenta que un chico la invitó a tomar algo en un bar:
(Los comentarios son gratis)
(Los comentarios son gratis)
18 noviembre, 2007
Otro motivo para visitar Madrid
Hace poco hablaba sobre la exposición de Durero y Cranach, en el Thyssen, y hoy descubro que el Museo del Prado ofrece una exposición en la que recorrerá los mundos religioso y mitológico de la mano de Velázquez y algunos de sus contemporáneos... Ya son dos buenos motivos para ir a Madrid, espero ver ambas exposiciones antes de que termine el mes.
15 noviembre, 2007
Un poco de cine para aprender frances
Ayer fui a ver "Paris, je t'aime", una película que ofrece al espectador 18 historias de amor desde la ciudad más romántica del mundo. "Paris, je t'aime" se estrenó en 2006, pero estos días hemos disfrutado en León de un ciclo de cine en versión original por cortesía de la Escuela Oficial de Idiomas que la incluía en el programa.
Aunque son varios los cortos que me han gustado, elijo el último, imprescindible para todos aquellos que estamos empezando a aprender francés. La historia está contada en primera persona (¡y en francés!) por una cartera de Denver que visita París sola.
PD: los subtítulos son bastante penosos, pero no he encontrado nada mejor...
Aunque son varios los cortos que me han gustado, elijo el último, imprescindible para todos aquellos que estamos empezando a aprender francés. La historia está contada en primera persona (¡y en francés!) por una cartera de Denver que visita París sola.
PD: los subtítulos son bastante penosos, pero no he encontrado nada mejor...
13 noviembre, 2007
La biblioteca del naufrago
A raiz de lo publicado sobre Tomás Sánchez Santiago, me preguntaba N. qué diez libros llevaría conmigo a una isla desierta. Supe muy rápido cuáles eran los 4 o 5 primeros, y en los próximos días trataré de completar la lista...
1.- Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. Creo que ya he contado alguna vez que descubrí Los detectives salvajes por casualidad, buscando algo completamente diferente. Fue en la Biblioteca Pública de León, y yo buscaba alguna novela con la que hacer más entretenido un fin de semana que se presentaba de lo más soso; animado quizá por el buen recuerdo de "No pidas sardina fuera de temporada" o de cualquier otra de las historias de detectives que me habían cautivado hasta entonces, busqué "detective" primero y "detectives" después... Y allí estaba, "Los detectives salvajes", que prometía ser un relato descarnado de aventuras trepidantes protagonizado por dos (o más) tipos duros. En su lugar me topé con Arturo Belano y Ulises Lima, dos poetas con vocación de malditos que juegan a detectives literarios. Disfruté de la lectura de Los detectives salvajes como lo hacía cuando era pequeño, abandonado por completo a la historia y perdiendo muchas veces la noción del tiempo. He releído Los detectives salvajes en al menos dos ocasiones, y volveré a hacerlo no tardando mucho.
2.- 2666, de Roberto Bolaño. Seguí la pista de 2666 durante varios años, siempre atento a los rumores que hablaban de la gran novela en la que trabajaba Bolaño. Con la muerte del escritor comenzaron las especulaciones: tan pronto estábamos ante 5 novelas como ante una sola... Al final había algo de cierto en todas las versiones que fueron circulando sobre el libro, y poco después de su publicación me lo regalaron (ventajas de tener buenos amigos). Lo leí prácticamente del tirón, que es mucho leer para 1125 páginas, y desde entonces lo releo sin descanso, abriendo la novela por una página al azar y disfrutando de los mil y un detalles que hacen de esta la mejor novela que he leído hasta la fecha.
3.- Cristo versus Arizona, de Camino José Cela. Fue una de las primeras novelas que consiguió hacerme reir a carcajadas. Aunque muchos críticos se refieran a Cristo versus Arizona de forma despectiva considerando que se trata de un simple experimento del último Nobel de Literatura español, yo creo que estamos ante una demostración de la versatilidad de un Cela al que se menospreció y se quiso encasillar desde posiciones casi siempre ajenas a lo literario.
4.- Rayuela, de Julio Cortázar. Lo cierto es que de Cortázar podría llevarme las Obras Completas, desde La vuelta al día en 80 mundos hasta Un tal Lucas pasando por cualquiera de sus volúmenes de relatos o Historias de cronopios y de famas. Elijo Rayuela quizá porque es la más original (y eso es mucho decir hablando de Cortázar) y porque tuve la suerte de leer la edición crítica de Cátedra, que me permitió disfrutar con intensidad de cada página. Lo cierto es que no había prestado apenas atención a las ediciones críticas hasta que llegué a Rayuela; desde entonces he aprendido a valorarlas, especialmente a la hora de enfrentarse a un escritor desconocido.
5.- La conjura de los necios, de John K Toole. No recuerdo ni cómo ni cuándo oí hablar por primera vez de La conjura de los necios, pero supe desde el primer momento que me iba a gustar. He leído que es una novela para leer a los 20 años, aunque yo tengo la impresión de que se trata de una novela imprescindible en una isla desierta, independientemente de la edad del náufrago. Ignatius J. Reilly, el protagonista, es en cierto modo un náufrago en una Nueva Orleans de alguna manera desierta. De esta novela me fascinan de manera muy particular los diálogos, deliciosamente delirantes:
Si, a mi también me sorprende no encontrar por ahora a Borges, pero estará presente en la segunda parte...
1.- Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. Creo que ya he contado alguna vez que descubrí Los detectives salvajes por casualidad, buscando algo completamente diferente. Fue en la Biblioteca Pública de León, y yo buscaba alguna novela con la que hacer más entretenido un fin de semana que se presentaba de lo más soso; animado quizá por el buen recuerdo de "No pidas sardina fuera de temporada" o de cualquier otra de las historias de detectives que me habían cautivado hasta entonces, busqué "detective" primero y "detectives" después... Y allí estaba, "Los detectives salvajes", que prometía ser un relato descarnado de aventuras trepidantes protagonizado por dos (o más) tipos duros. En su lugar me topé con Arturo Belano y Ulises Lima, dos poetas con vocación de malditos que juegan a detectives literarios. Disfruté de la lectura de Los detectives salvajes como lo hacía cuando era pequeño, abandonado por completo a la historia y perdiendo muchas veces la noción del tiempo. He releído Los detectives salvajes en al menos dos ocasiones, y volveré a hacerlo no tardando mucho.
2.- 2666, de Roberto Bolaño. Seguí la pista de 2666 durante varios años, siempre atento a los rumores que hablaban de la gran novela en la que trabajaba Bolaño. Con la muerte del escritor comenzaron las especulaciones: tan pronto estábamos ante 5 novelas como ante una sola... Al final había algo de cierto en todas las versiones que fueron circulando sobre el libro, y poco después de su publicación me lo regalaron (ventajas de tener buenos amigos). Lo leí prácticamente del tirón, que es mucho leer para 1125 páginas, y desde entonces lo releo sin descanso, abriendo la novela por una página al azar y disfrutando de los mil y un detalles que hacen de esta la mejor novela que he leído hasta la fecha.
"- Desconfío de la gente que come siguiendo un libro de recetas - dijo el desconocido.
- ¿Y en quién confía usted? - le preguntó Morini.
- En la gente que come cuando tiene hambre, supongo - dijo el desconocido."
3.- Cristo versus Arizona, de Camino José Cela. Fue una de las primeras novelas que consiguió hacerme reir a carcajadas. Aunque muchos críticos se refieran a Cristo versus Arizona de forma despectiva considerando que se trata de un simple experimento del último Nobel de Literatura español, yo creo que estamos ante una demostración de la versatilidad de un Cela al que se menospreció y se quiso encasillar desde posiciones casi siempre ajenas a lo literario.
4.- Rayuela, de Julio Cortázar. Lo cierto es que de Cortázar podría llevarme las Obras Completas, desde La vuelta al día en 80 mundos hasta Un tal Lucas pasando por cualquiera de sus volúmenes de relatos o Historias de cronopios y de famas. Elijo Rayuela quizá porque es la más original (y eso es mucho decir hablando de Cortázar) y porque tuve la suerte de leer la edición crítica de Cátedra, que me permitió disfrutar con intensidad de cada página. Lo cierto es que no había prestado apenas atención a las ediciones críticas hasta que llegué a Rayuela; desde entonces he aprendido a valorarlas, especialmente a la hora de enfrentarse a un escritor desconocido.
5.- La conjura de los necios, de John K Toole. No recuerdo ni cómo ni cuándo oí hablar por primera vez de La conjura de los necios, pero supe desde el primer momento que me iba a gustar. He leído que es una novela para leer a los 20 años, aunque yo tengo la impresión de que se trata de una novela imprescindible en una isla desierta, independientemente de la edad del náufrago. Ignatius J. Reilly, el protagonista, es en cierto modo un náufrago en una Nueva Orleans de alguna manera desierta. De esta novela me fascinan de manera muy particular los diálogos, deliciosamente delirantes:
"El señor González escuchó el rumor lento y pesado de los pasos del señor Reilly por las escaleras. La puerta se abrió de golpe y apareció el maravilloso Ignatius J. Reilly, con una bufanda lisa, larga como un chal, enrollada al cuello, con un extremo embutido en el abrigo.
- Buenos días, señor - dijo majestuosamente.
- Buenos días - dijo encantado el señor González -. ¿Ha tenido usted un buen viaje hasta aquí?
- Solo aceptable. Sospecho que el taxista era un corredor latente. Tuve que ir todo el camino advirtiéndole. De hecho, nos separamos con cierta hostilidad por ambas partes. ¿Dónde está nuestro pequeño miembro femenino esta mañana?
- Tuve que mandarla a casa. Se presentó a trabajar en camisón.
Ignatius frunció el ceño y dijo:
- No entiendo por qué tuvo que mandarla de nuevo a casa. En realidad, aquí no hay ninguna etiqueta. Somos una gran familia. Espero que no le haya producido con ello ningún daño moral - llenó un vaso de agua en el refrigerador, para regar sus judías -. No debe sorprenderse si me ve aparecer a mi una mañana en camisón. Tengo uno muy cómodo."
Si, a mi también me sorprende no encontrar por ahora a Borges, pero estará presente en la segunda parte...
02 noviembre, 2007
Aquellos maravillosos años (III)
"Citas citables" es el título de una de las secciones imprescindibles de Selecciones del Reader's Digest, una revista que recuerdo haber leído desde los 9 o 10 años. Quizá mi afición por las citas viene de entonces, y son muchas las que tengo apuntadas en los lugares más insospechados. La primera de todas es la que más me gusta:
"Si no pensara que mis amigos son los mejores del mundo me buscaría otros"
"Información es algo que alguien en alguna parte intenta ocultar y que una persona o un medio de comunicación da a conocer; todo lo demás es publicidad" - Lord Northcliffe
"Hay dos clases de entrevistas: las fáciles, cuando al entrevistado le conviene la publicidad, y las difíciles, cuando tratamos con individuos que no van a obtener nada de la entrevista"
"Cuando un pobre come merluza uno de los dos está malo" - escuchada en El Tirachinas
"No se puede comer con la boca llena" - mi hermano
"Quien tiene higos tiene amigos (de los higos)"
"A veces duran más los caprichos que las pasiones eternas"
"Haz lo que puedas. Dios no te pide más"
"Eres tan imbécil que si se celebraran Olimpiadas de los Imbéciles quedarías el segundo. ¿Cómo que por qué? ¡Porque eres imbécil!" - Walter Matthau
"La vida, dicen, se ha desarrollado gradualmente del protozoo al filósofo, y este desarrollo, aseguran, es sin duda un progreso. Por desgracia, todo esto nos lo asegura el filósofo, no el protozoo" - Bertrand Russell
"- ¿Qué es mejor, ser estúpido o calvo? - Calvo, se nota menos"
"Solo dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana, y en cuanto al primero no estoy muy seguro" - Albert Einstein
"Tu casa es el lugar donde no tienen más remedio que admitirte cuando no te queda más remedio que volver" - P. J. O'Rourke
"Una extraña contradicción. Todo el mundo dice que la vida es corta, breve, que dura un instante, pero todo el mundo afirma que se aburre, que no sabe qué hacer ni cómo pasar el tiempo y parece fatigado de tener que hacer todos los papeles de los aleluyas para matar el rato" - Josep Pla
"Una de las cosas más turbias, desconcertantes y desagradables de la vida es constatar que a casi todos nos apasiona más una mala acción divertida que una buena acción aburrida" - Josep Pla
"La educación del hombre, en tanto que cultivo de lo que tiene de más personal, individual e insoluble, ha pasado a la historia. La educación consiste en el cultivo de la mediocridad imitativa generalizada" - Josep Pla
"Si no pensara que mis amigos son los mejores del mundo me buscaría otros"
"Información es algo que alguien en alguna parte intenta ocultar y que una persona o un medio de comunicación da a conocer; todo lo demás es publicidad" - Lord Northcliffe
"Hay dos clases de entrevistas: las fáciles, cuando al entrevistado le conviene la publicidad, y las difíciles, cuando tratamos con individuos que no van a obtener nada de la entrevista"
"Cuando un pobre come merluza uno de los dos está malo" - escuchada en El Tirachinas
"No se puede comer con la boca llena" - mi hermano
"Quien tiene higos tiene amigos (de los higos)"
"A veces duran más los caprichos que las pasiones eternas"
"Haz lo que puedas. Dios no te pide más"
"Eres tan imbécil que si se celebraran Olimpiadas de los Imbéciles quedarías el segundo. ¿Cómo que por qué? ¡Porque eres imbécil!" - Walter Matthau
"La vida, dicen, se ha desarrollado gradualmente del protozoo al filósofo, y este desarrollo, aseguran, es sin duda un progreso. Por desgracia, todo esto nos lo asegura el filósofo, no el protozoo" - Bertrand Russell
"- ¿Qué es mejor, ser estúpido o calvo? - Calvo, se nota menos"
"Solo dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana, y en cuanto al primero no estoy muy seguro" - Albert Einstein
"Tu casa es el lugar donde no tienen más remedio que admitirte cuando no te queda más remedio que volver" - P. J. O'Rourke
"Una extraña contradicción. Todo el mundo dice que la vida es corta, breve, que dura un instante, pero todo el mundo afirma que se aburre, que no sabe qué hacer ni cómo pasar el tiempo y parece fatigado de tener que hacer todos los papeles de los aleluyas para matar el rato" - Josep Pla
"Una de las cosas más turbias, desconcertantes y desagradables de la vida es constatar que a casi todos nos apasiona más una mala acción divertida que una buena acción aburrida" - Josep Pla
"La educación del hombre, en tanto que cultivo de lo que tiene de más personal, individual e insoluble, ha pasado a la historia. La educación consiste en el cultivo de la mediocridad imitativa generalizada" - Josep Pla
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