Estreno del mes: Candida

Ahora que se nos acaba el año llega el momento de hacer balance; hoy me voy a detener en lo que el año 2006 ha significado para el cine español, que como todo el mundo sabe es mucho mejor que el americano. El repaso comienza por una película que se estrena el viernes 22 de diciembre, día de la Lotería Nacional: Cándida, dirigida por Guillermo Fesser (el 50% de Gomaespuma).

La protagonista de Cándida es Cándida Villar, "la Mary Poppins de San Blas", asistenta de Guillermo Fesser primero y crítica de cine en su programa después. El camino de Cándida Villar para convertirse en actriz después de toda una vida trabajando como asistenta incluyó, entre otras cosas, aprender a leer para memorizar el guión. La película quiere ser un homenaje a todas esas personas que, como Cándida, han consagrado su vida a hacer que la de otros sea más fácil. El sello del novel Guillermo Fesser, integrante del dúo Gomaespuma, no debería distraernos del bello gesto que se esconde detrás de esta película, una apuesta tan arriesgada como original que nunca recibirá un Goya.

Y es al hilo de los Goya que me gustaría hablar del cine español, que en las últimas semanas ha movido Roma con Santiago para lograr que se grave el cine americano con un impuesto destinado a costear sus propios fracasos en taquilla. La pregunta es: ¿servirá este dinero para financiar proyectos como "Cándida" o americanadas como "Alatriste"? Porque Alatriste, con 15 nominaciones, es la película con más nominaciones a los premios Goya. Cándida, en cambio, no ha obtenido ninguna. Para más inri los Goya nacieron a imitación de los Oscar, y desde 2001 tenemos nuestros propios Razzies, los Premios Godoy. Yo creo que el cine español no sabe lo que quiere, y así le va. En este 2006 que ahora termina las primeras estimaciones aseguran que el cine español ha perdido más de 6 millones de espectadores con respecto a los datos de 2005. "Volver", de Almodóvar, y "Alatriste", de Díaz-Yanes, no han sido suficientes para hacer sombra a "Torrente 3: el protector", de Santiago Segura.

Conclusión: el cine español va cuesta abajo, de culo y sin frenos, pero con subvenciones. Esperemos que esta deriva no arrastre también a proyectos como "Cándida".

candida