27 julio, 2004

Cada cual en su casa y Dios en la de todos.
 
Mucho se ha escrito estos días sobre las uniones homosexuales, pero nada con tanto sentido como Por naturaleza o por vicio, en LPD.

Por lo demás, el pasado viernes se celebró en León un Consejo de Ministros con la aprobación del Plan Oeste como punto más importante de la agenda del día. El Plan consigna inversiones por un montante total de más de 1.500 millones de Euros, y se prevé la creación de 80.000 puestos de trabajo. Las reacciones han sido de lo más variopinto, si bien se percibe un cierto escepticismo (son tantas las promesas incumplidas...). Lo más curioso es este artículo, con un titular más que elocuente:  Ocho de las nueve provincias de Castilla y León, indignadas. No se entiende esa indignación cuando viene promovida en esas 8 provincias (e incluso en la novena) por el principal partido de la oposición, que ha dispuesto de 8 años en el Gobierno de España dejando pasar su oportunidad de hacer algo por esta tierra. Un buen ejemplo de esta desidia es el Centro Lyda de Astorga, un proyecto de más de 10 años de vida aprobado por el último Gobierno de Felipe González y que quedó paralizado con la llegada al poder de Aznar (y es que una ciudad como Astorga no merecía un centro cultural en condiciones mientras el PSOE disfrutara de la Alcaldía). El pasado día 23 se aprobó una partida de casi 6 millones de Euros que permitirá desbloquear el proyecto y convertirlo en una realidad. Vaya desde aquí mi agradecimiento al Sr. Zapatero. En cuanto a los sres. del PP, mi consejo es que dejen de quejarse y arrimen el hombro, que aquí no sobra nadie, sino todo lo contrario. Ahora más que nunca es hora de trabajar todos juntos por esta tierra.


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