13 febrero, 2007

Del cocido y otros manjares

Hoy voy a hablar de la gastronomía propia de Astorga, quizá para completar la modesta guía de que di a luz no hace mucho.

No es necesario decir que la estrella de la gastronomía comarcal es el cocido maragato, un plato nacido en el campo cuyo origen se pierde entre los siglos XVIII y XIX. Siendo justos habría que decir que el cocido maragato (al menos tal y como lo conocemos) nace a mediados del siglo XX, quizá en los fogones del Hotel Moderno. Heredero de la "olla podrida" que los franceses exportarían con el nombre de pot puorri, como todos los demás, el cocido maragato es, junto con el cocido madrileño, el que mejor ha sabido diferenciarse del resto y hacerse con un nombre propio; es, además, el único que sirve primero la carne, después los garbanzos (con berzas) y por último la sopa (con las natillas como postre más habitual). Si nos fiamos de la leyenda, fue a principios del siglo XIX, en plena Guerra de la Independencia, cuando comenzó a servirse en este curioso orden. ¿El motivo? La soldadesca prefería comer la carne primero, para evitar así verse sorprendidos por las tropas francesas con una triste sopa en el estómago. De ser esto cierto, no parece descabellado pensar que fue Napoleón el artífice del cocido maragato. Son muchas las recetas que circulan por Internet, todas ellas muy similares, aunque la mejor forma de degustar un buen cocido maragato es en cualquiera de los muchos restaurantes de la zona que lo sirven.

En cuanto al resto de viandas propias de Astorga, y siguiendo el orden que me dicta el estómago, es imprescindible hablar de la cecina, de las mantecadas (no confundir con los mantecados), de los hojaldres y del chocolate, que en unas semanas se convertirá en protagonista absoluto de la ciudad (ya he hablado del SICA'07 - Salón Internacional del Chocolate de Astorga 2007). Quizá hable con más calma de todos ellos en otro momento.

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