29 abril, 2004

El SPAM.

La RAE no recoge esta palabra en su diccionario, si bien el término resulta familiar a los usuarios de Internet. Trataré de aclarar las cosas con una serie de ejemplos gráficos:


¿Es esto SPAM? ¿Es publicidad? Me temo que ni lo uno ni lo otro. En este caso tenemos un enlace. Para considerarlo publicidad yo tendría que recibir alguna compensación económica, cosa que no sucede. Y para que fuera SPAM tendría que haber sido colocado ahí por alguien que pudiera obtener lucro del enlace, no por mi. Así que vamos a dejarnos de ejemplos prácticos que no llevan a ningún lado y vamos a ilustrar el artículo con enlaces, que de eso se trata, de crear una pequeña guía que resulte más o menos útil y me ahorre la engorrosa tarea de aporrear el teclado (si se me hubiera o hubiese concedido el don de escribir y no el de juntar palabras otro gallo cantaría).


Haciendo click en esta foto llegaréis a www.spam.com, una visita que no merece la pena; lo único interesante son dos enlaces que tenéis a continuación:


Esta especie de Papamóvil pagano a lo bestia es el sueño de todos los que tenemos un blog (si, si, ya sé que prometí llamarlo bitácora, pero la palabreja no me gusta, así que hasta que no halle una alternativa mejor seguiré llamando blog a este cajón desastre). Lo mejor es la sección llamada event photos... Hay muchísimas imágenes con el logo de SPAM que harán las delicias de más de uno y más de dos lectores.


En cuanto al Museo del SPAM, decir que poco se puede esperar de él si no habla de mi blog, pero bueno. Por lo visto la página a la que trato de dirigiros habla de un museo que ya no existe, pero eso es lo de menos, ya que del nuevo museo (inaugurado en 2002) poco o nada se sabe.


Y para terminar con el SPAM, la vertiente más freak del asunto: una tienda de productos SPAM. Hablaba algún día de la obsesión de los americanos por vender, y este extremo queda ahora confirmado. En esta tienda encontraréis más de 1000 artículos que os recordarán a mi blog (muchos de los que llegáis aquí lo hacéis vía SPAM).

Parece mentira, a estas alturas no he hablado aún de los Monty Python, responsables últimos del término... En uno de sus muchos sketches mencionaban la marca de carne SPAM haciendo spam de la misma (eso lo sabemos hoy, en su día lo que hacían era dar el coñazo de lo lindo). Tan bien lo hicieron que al final llamamos SPAM a todo lo que sea machacar una y otra vez las mismas ideas/palabras/direcciones... Si nos ponemos serios, las campañas electorales no son sino SPAM; SPAM son las vallas publicitarias que encontramos en la carretera; leemos periódicos y revistas infestados de SPAM, y la radio y la televisión no son sino SPAM aderezado con presentadores más o menos monos (y algún que otro mandril). ¿Por qué se escandaliza entonces la gente cuando recibe SPAM enntre su correo electrónico? ¿Acaso hemos autorizado el resto de las formas de SPAM? - De acuerdo, estoy resultando cansino... Me despido, no sin antes dejar algún que otro enlace:

- Todo sobre el SPAM (en inglés).

- El SPAM al alcance de los tontos (en español).

- El sketch de los Monty Python (en español y en inglés). El enlace al vídeo no funciona.

- Todo sobre el SPAM (en español, y bien explicado).

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