18 febrero, 2004

Re-leyendo, que es gerundio.

Sólo hay un placer comparable a la lectura: la "re-lectura" (según la Real Academia Española de la Lengua tal palabra no existe, pero creo que nos entendemos). Esta pseudo-reflexión viene a cuento de que hoy he vuelto a las andadas con El cuaderno gris, que es algo así como un diario de juventud de Josep Pla (o José Pla, que de todo hay en la viña del Señor). Es curioso comprobar hasta qué punto sus reflexiones parecen no acusar el paso de los años (las notas que luego se reunirían para dar cuerpo al libro datan de 1918 y 1919). Además, al estar compuesto de breves apuntes cronológica pero no causalmente ordenados, uno puede permitirse el lujo de abrir el libro por una página elegida al azar, decidirse por un párrafo y comenzar a leer con la seguridad de disfrutar de un instante de buena literatura. Esto es algo que, hasta ahora, sólo me permitía La Biblia. En apenas media hora he copiado 5 o 6 citas, geniales todas ellas; y como muestra, un botón:

"...es preferible que las personas que os han hecho un favor estén sólidamente situadas, pensando, sobre todo, en los favores futuros que os tendrán que hacer."

26 palabras que condensan toda una filosofía de vida.

Bueno, dejemos a Pla por hoy (habrá más).

Como hoy no tengo muchas ganas de escribir, voy a terminar con alguna contribución a hacer de este weblog un cajón desastre en el que comience a haber de todo para que sea imposible encontrar nada (como mi habitación, pero en Internet):

Buscadores los hay a patadas, pero sólo conozco uno que cause furor: google; si quieres leer algo más sobre este buscador o te aburres soberanamente, echa un vistazo en todo GOOGLE. Interesante la sección de chorradas.

Por cierto, y para hacer de esto una costumbre, alguna página en inglés... Nadie puede sorprenderse a estas alturas si se encuentra con que en 4 de cada 4 de las páginas que visita aparece alguien tratando de venderle la moto (esta es una honrosa excepción -por ahora-); en yankilandia, como era de esperar, han llevado esta costumbre-manía al límite, y hoy día no eres nadie (ni en la Red ni fuera de ella) si no tienes algo que vender. La Universidad de Princeton no es una excepción, y en su tienda podemos comprar desde bombones hasta cojines, toallas o almohadas (también hay libros). En Harvard, de la que nos ocupábamos ayer, también tienen su propia tienda virtual (sólo hay libros, qué chasco).

En fin, no sólo de inglés vive el hombre... Si quieres leer a Dante en versión original pero no sabes cómo acercarte al italiano, no desesperes; Melissa P, joven novelista siciliana (¿o era napolitana?), te abre las puertas de su página de par en par. ¿No sabes quién es Melissa? Bueno, si quieres saber algo más sobre su vida lee esto antes.

Mañana más (o no).

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